Vivir con artritis reumatoide sin filtros ni poses.

Hola, soy Natalia López.

Tengo 41 años y, aunque siempre he sido muy activa, un día mi cuerpo decidió darme una nueva lección:

la artritis reumatoide.

Lo mío empezó como empiezan muchas cosas que luego se quedan para siempre: con algo pequeño.

Un día me levanté y me dolía justo debajo de las rodillas.

Pensé que sería cansancio. Pero el dolor no se iba. Ni ese día. Ni el siguiente.


Una semana después, desapareció de las rodillas y apareció en las manos. Luego en los pies. Y ahí supe lo que estaba pasando.

Yo ya lo sospechaba, porque mi padre también la tuvo. Sabía que podía tocarme. Pero una cosa es saberlo, y otra vivirlo.

Y aquí estoy.


¿Por qué esta sección existe?

Porque tener una enfermedad crónica no significa rendirse, pero tampoco significa fingir que no pasa nada.


Porque me cansé de ver solo artículos médicos, términos técnicos y fórmulas vacías que no reflejan lo que realmente vivimos las personas con artritis reumatoide.

Aquí no vas a encontrar milagros. Pero vas a encontrar una mujer real que te cuenta cómo se vive esto de verdad.


¿Qué encontrarás en “Ni diva ni débil”?

  • Historias reales, con días buenos, otros muy malos, y muchos puntos intermedios.
  • Consejos prácticos, desde cómo organizarte cuando no tienes energía hasta cómo comunicar lo que te pasa sin que te llamen exagerada.
  • Hábitos y trucos que a mí me están ayudando: alimentación, descanso, movimiento suave, rutina emocional.
  • Reflexiones con humor y verdad, porque si no nos reímos un poco, se hace el doble de cuesta arriba.
  • Y sobre todo, una sensación: no estás sola.


¿Para quién es esto?

Para ti, si estás en ese momento en que el cuerpo ya no responde igual y no sabes si te estás volviendo loca o si te está pasando algo de verdad.


Para ti, que ya tienes un diagnóstico, pero no encuentras contenido donde alguien hable tu idioma.


Para ti, que convives con el dolor y aún así trabajas, cuidas, sueñas, o simplemente sobrevives.

Aquí no hay glamour, pero tampoco hay debilidad. Solo verdad, ganas y muchas historias que merecen ser contadas.


Empieza por aquí:

Y si algún día te sientes como si llevaras tacones invisibles después de una boda sin sentarte en toda la noche, aquí vas a encontrar a alguien que te entiende.